Tegucigalpa, Julio 2025. En un consenso liderado por los productores, el Comité Nacional de la Cadena de Papa acordó fijar en 84 contenedores la cuota de importación de semilla certificada de papa para el ciclo agrícola 2025-2026, junto con 3 contenedores adicionales para uso agroindustrial.
El acuerdo fue alcanzado durante una reunión sostenida en el municipio de Sinuapa, departamento de Ocotepeque, con la participación de representantes de asociaciones productoras, empresas importadoras y la intermediación de técnicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a través del Programa Nacional de Desarrollo Agroalimentario (Pronagro).
La medida busca garantizar semilla de calidad para la siembra en zonas clave como Intibucá y Ocotepeque, y estará vigente entre noviembre de 2025 y mayo de 2026.
Héctor Hernández, productor de papa del occidente del país, afirmó que “Este acuerdo nace desde los productores, somos nosotros quienes propusimos y consensuamos esta cuota para evitar una sobreoferta que afecte nuestros ingresos”.
El consenso también apunta a asegurar la estabilidad del mercado local y proteger los márgenes de ganancia de los agricultores. Actualmente, el quintal de papa se comercializa alrededor de 450 lempiras, mientras que el año anterior el precio cayó a 400 lempiras, generando pérdidas en varios sectores del campo.
Desde el sector técnico, Miguel Gómez, secretario técnico de la cadena de papa en Pronagro-SAG, destacó la madurez del acuerdo:
“Aunque se pueden importar grandes volúmenes, el verdadero reto está en sostener un mercado justo. Esta decisión refleja el compromiso de los productores con la estabilidad del rubro y la seguridad alimentaria del país”.
Por su parte, el importador Antonio Padilla, valoró positivamente el proceso participativo. “Estamos satisfechos porque este acuerdo ordena las importaciones, evita cosechas acumuladas y permite producir semilla nacional sana durante los meses sin importación”.
Honduras importa principalmente semilla de papa desde Estados Unidos y Países Bajos, bajo una regulación estricta de la SAG, que busca equilibrar la oferta interna sin saturar el mercado.
Además, la SAG trabaja en el fortalecimiento de relaciones comerciales con supermercados y agroindustrias, promoviendo el consumo de papa nacional y asegurando una cadena de suministro sostenible.