La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas (Epsar) presentó su Memoria de Gestión 2021, en la que detalla que las 487 estaciones depuradoras valencianas, trataron el año pasado un total de 453,41 hectómetros cúbicos (hm3), eso permitió sanear el agua proveniente de más del 99% de la población y destinarla a fines productivos y medioambientales en un 56,68%.

Al respecto, Epsar señala que el saneamiento de las aguas residuales puede incluir tres tipos de tratamientos consecutivos, siendo el primario el que reduce el contenido de sólidos y grasas, el secundario el que a través de la acción de microorganismos convierte los compuestos orgánicos complejos en simples, y el terciario, aquel que elimina el máximo de microorganismos a través de tecnologías como membranas o filtros ultravioletas, de manera que se eleva al máximo el nivel de calidad de los efluentes y permite su uso, entre otras posibilidades, en agricultura y horticultura.

La Comunidad Valenciana cuenta con 44 depuradoras con tratamientos terciarios destinados a cumplir las más exigentes normativas comunitarias, como es el caso del reglamento europeo que entrará en vigor en los próximos años.

Además, el número y volumen de instalaciones terciarias se verá incrementado este mismo año con la puesta en marcha de tratamientos de última generación en las EDAR de Villena, Alcoy y Albufera Sur.

En conjunto, las aguas reutilizadas tras su conveniente depuración alcanzaron en 2021 la cifra de 256,98 hm3, correspondiendo 127,22 hm3 a usos productivos como son la agricultura (94,5%), las actividades recreativas (3,1%), urbanas (1,3%) e industriales (1,1%), mientras que los restantes 129,76 hm3 tuvieron una finalidad medioambiental al ser destinadas a las cuencas fluviales y a paliar el déficit hídrico.

Fuentes de la Generalitat valenciana señalaron que la incorporación de estos caudales a cauces de ríos, además del aporte medioambiental, también posibilita que sean aprovechadas aguas abajo.

El volumen y porcentaje de reutilización varían año a año de acuerdo con las condiciones climáticas, la disponibilidad de riego y la superficie y tipología de cultivo. Así, en total, durante 2021 se registró un incremento del 5,9% en el uso productivo total al pasar de 120,12 hm3 a 127,22 hm3.

Alicante reutiliza el 71, 9% de las aguas regeneradas

Por ello, entre las tres provincias el porcentaje de reutilización varía sustancialmente debido a la pluviometría y a la disponibilidad de otros aportes hídricos. Castellón, por ejemplo, solo requirió para usos productivos y ambientales un 41,2% de las aguas regeneradas (3,86 hm³ para usos productivos y 18,42 hm³ con un fin medioambiental), frente a un 52,8% de Valencia (61,8 hm³ para usos productivos y 81,16 hm³ con un fin medioambiental) y un 71,9% que reutilizó la provincia de Alicante (61,5 hm³ para usos productivos y 30,18 hm³ con un fin medioambiental).

Las comarcas alicantinas reutilizaron un total de 91,68 hm3, de los cuales dos tercios fueron destinados a agricultura y el restante a fines ambientales de las cuencas fluviales.

Alicante, además, cuenta con algunas de las EDAR que reutilizan un mayor porcentaje de aguas saneadas, concretamente 16 depuradoras en las que se reutiliza el 100% del efluente, 14 de ellas destinando el 100% de sus volúmenes a agricultura. Es el caso de Albatera-San Isidro, Almoradí, Callosa del Segura, Crevillente-Derramador, Dolores-Catral, Elche-Algorós, Elche-Arenales, Guardamar del Segura, Vila Joiosa, Orihuela Costa, Pilar de la Horadada, Rojales, San Fulgencio-Daya, Santa Pola, Torrevieja y Villena.

Por ello, EPSAR ya ha iniciado el proceso de redacción de proyectos de instalación de nuevos tratamientos terciarios en las comarcas de la Vega Baja y la Marina Baixa.

En concreto, se está ultimando la licitación de los proyectos para la implantación de tratamientos terciarios en 16 depuradoras de la Vega Baja del Segura por importe total de 12 millones de euros, así como la instalación de terciarios en las localidades de La Vila Joiosa y Altea por un presupuesto estimado en torno a los 2,5 millones de euros en cada caso.

Por otro lado, junto con la Dirección General del Agua y el Ayuntamiento de Alicante se está avanzando en la concreción del proyecto «Vertido Cero» que posibilitará el aprovechamiento para riego, a través de instalaciones de embalsamiento y regulación, de los efluentes de la gran depuradora de la provincia, la de Rincón de León en Alicante.

De esta forma, Fernández ha reconocido que 2022 se puede calificar como año «negativo», pues a la carencia de agua, que también ha afectado a otros cultivos como el maíz o el arroz, se ha unido ahora la ola de calor experimentada en julio.

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